Consecuencias sociales, políticas y económicas del COVID-19

¿Cómo será el mundo a partir del COVID-19? Al principio de la crisis todavía podíamos pensar que en un par de meses todo volvería a ser como antes (recuperación en “V”), pero cada vez está más claro que esto no será así. Vivimos en un mundo superpoblado (en ciertas ubicaciones, no en general) y superconectado, así que es muy posibles que las pandemias, como la actual del COVID-19, se consideren a partir de ahora un riesgo permanente. Aquí enumero y discuto algunas de las principales ideas sobre lo que puede ocurrir a corto y medio plazo. Muchas son triviales o evidentes, pero me parece interesante tenerlas reunidas. Están elaboradas desde la óptica sesgada de alguien que vive en España, por lo que aunque muchas de ellas serán aplicables a otros países, otras no tendrán sentido fuera del contexto español.

  • Habrá menos vuelos internacionales de pasajeros.
  • Podemos olvidarnos por un largo tiempo de fiestas y conciertos en lugares cerrados con los aforos que conocemos. Tendrán que ser al aire libre o en todo caso con un metro de separación entre las personas.
  • Las amistades y relaciones afectivas se harán todavía más por Internet.
  • Es muy posible que se hagan controles de temperatura en todos los edificios (así como otros controles rápidos, por ejemplo, de saliva) y que llevemos dispositivos (teléfonos móviles) que certifiquen de alguna forma nuestro estado de salud (carga viral, inmunidad…) y en función de este estado nos permitan o no acceder a ciertos espacios. Los móviles también podrán trazar cuándo, por dónde y con quién hemos estado. Todo esto puede ser voluntario, pero simplemente no se permitirán ciertos accesos a personas que no muestren estos datos.
  • Prohibición de comer animales salvajes terrestres y aves salvajes (todos menos peces y mariscos).
  • Los desplazamientos en transporte público se harán sistemáticamente con guantes y mascarillas.
  • Alta tasa de paro.
  • Empuje de sectores críticos (de utilidad más directa y clara): alimentación, farmacia, sanidad, seguros, telecomunicaciones, seguridad, militar.
  • En cuanto a la energía, durante el parón económico se produce una fuerte bajada del consumo que hace bajar los precios. Posteriormente se potenciará el consumo de energía nacional, lo que producirá un auge de las centrales nucleares.
  • Declive del turismo, viajes, ocio, restaurantes, moda.
  • Bajada del consumo de electrodomésticos y electrónica.
  • Se cocina más en casa. Bajada de los pedidos de comida rápida, además de restaurantes.
  • Bajada del precio de la vivienda en general por la crisis, paro, y fallecimientos de mayores propietarios. También, gran disminución del volumen de ventas. Sobre todo en núcleos urbanos.
  • Aumento de las ventas de casas con terreno alejadas de los grandes núcleos urbanos.
  • Bajada de precios en el sector de la automoción, tanto nuevos como usados.
  • Auge del teletrabajo, que puede ser incluso obligatorio por ley. Esto produce menos desplazamientos, menor consumo de combustible, menos reparaciones, y bajada del precio de la vivienda en los grandes núcleos urbanos.
  • Cierre de fronteras, migraciones muy limitadas.
  • Estados mas fuertes, más intervención.
  • Nacionalización de empresas en sectores estratégicos.
  • Renta Básica Universal.
  • Mayor reciclaje, reutilización, reparación.
  • Mayor interés por los riesgos existenciales de todo tipo.
  • Mayor aceptación de la eutanasia voluntaria.
  • Menor interés por el bienestar animal.
  • Menor financiación para la investigación básica. Más financiación para la investigación de pandemias.
  • Existe la posibilidad de que el sufrimiento provocado por el impacto económico de la crisis causada por las medidas de confinamiento para contener al virus superen al sufrimiento provocado directamente por la crisis sanitaria.

 

¿Qué oportunidades laborales va a haber?

Los ámbitos donde surgirán oportunidades laborales son:

  • Los sectores en auge debido a las necesidades específicas creadas por la crisis:
    • Alimentación, farmacia, sanidad, telecomunicaciones, seguridad, militar.
    • Distribución.
    • Trabajos en el campo.
    • Plantas de fabricación de medicamentos.
    • Seguros de salud privados.
    • Gestorías.
    • Educadores sociales, servicios sociales, comedores sociales, albergues.
    • Limpieza y desinfección.
    • Búsqueda de empleo.
  • Sectores con importante actividad:
    • Formación.
    • Seguros.
    • Energía.
    • Farmacia.
  • Servicios imprescindibles:
    • Reparaciones domésticas.
    • Cuidado de mayores y niños.
    • Servicios a comunidades de vecinos.
  • Los ámbitos en los cuales los gobiernos van a establecer nuevas políticas:
    • Producción local de energía.
    • Producción local de material sanitario.
    • RBU, cuidado y protección de los más vulnerables.

 

Al finalizar el confinamiento o estado de alarma, habrá un repunte muy importante de actividades que han sido retrasadas por el confinamiento:

  • Citas médicas
  • Peluquería y belleza
  • Reparaciones
  • Obras y reformas (aunque en menor medida)

 

¿Que políticas deberíamos seguir?

El desarrollo económico necesita: estabilidad política, seguridad jurídica, libre comercio y un estado que controle las externalidades negativas e impida situaciones monopolísticas y otro tipo de desequilibros de poder en los mercados. Un fuerte comercio internacional es clave no solo para el desarrollo económico, sino para la prevención de los conflictos internacionales. Aunque el tráfico de viajeros disminuya, se debe potenciar el comercio internacional tanto como sea posible. Esto producirá desarrollo económico y seguridad política.

 

Referencias:

 

Posted by Manu Herrán

Founder at Sentience Research. Associate at the Organisation for the Prevention of Intense Suffering (OPIS).

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