Cómo funciona el mecanismo que ignora la sintiencia de los animales no humanos

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¿Cómo funciona el mecanismo que ignora la sintiencia de los animales no humanos?

 

Manuel de la Herrán Gascón

Primera versión 2016

Última actualización: Ene 2017

 

 

Muchos humanos (la mayoría, de hecho) ignoran sistemáticamente la sintiencia de infinidad de animales. ¿Cómo es esto posible? En mi opinión se dan las siguientes situaciones:

  • La ética es una farsa. Es una ficción que encubre pactos de cooperación beneficiosos para el individuo y sus genes. Cuando uno coopera, en general lo hace porque le resulta beneficioso (a él mismo y a sus genes), de una forma más o menos complicada o encubierta.
  • Cada uno, además de preocuparse por uno mismo, se preocupa también por los seres genéticamente próximos. Esto sucede como sería previsible que sucediera si el comportamiento fuera guiado por el egoísmo de los genes, que construyen máquinas (cuerpos) con el único fin de la auto perpetuación de sí mismos (los genes). Esto deja espacio para un cierto altruismo.
  • Los seres con mayor poder se ocupan, por tanto, de sí mismos, de sus hijos y otros parientes genéticamente próximos, y de sus parejas sexuales, amigos o colaboradores en la medida en la que sirvan a sus fines.
  • Se forman comunidades humanas cada vez más grandes de acuerdo a este esquema. Unos grupos se enfrentan con otros sin ningún reparo ético (esclavitud, guerras).
  • Dado que los demás humanos tienen un poder (fuerza, inteligencia) que nunca es despreciable (los esclavos, y los pueblos y naciones sometidas pueden, eventualmente, rebelarse) se establece un pacto entre todos aquellos que tienen cierto poder (los seres humanos). Esto desemboca en la declaración de los derechos humanos. Se establece un contrato de no agresión (contractualismo) entre los poderosos. Los que no alcanzan cierto nivel de influencia (animales no humanos), son ignorados.

¿Cómo es posible entonces la consideración de los animales no humanos?

Todos estos motivos son compatibles con los anteriores:

  • Por interés, aún cuando sea de una forma más o menos complicada o encubierta, como puede ser el caso de las mascotas.
  • Por interés, siendo la consideración moral de los animales una suerte de capricho moral o intelectual, una forma de destacar entre los demás, de alcanzar reconocimiento, una forma de encontrar sentido a una vida sin sentido.
  • Por proximidad genética. Por ejemplo, es el caso de la empatía con los grandes simios. Y en realidad con cualquier animal. Al ser la proximidad un asunto de grado, las sociedades y personas, cuanto más desarrolladas estén, cuanto más cubiertas estén sus necesidades, tanto más estarán dispuestas a considerar moralmente a otros seres a mayores distancias genéticas.
  • La evolución tiene efectos secundarios, epifenómenos, cuyo efecto puede llegar a ser muy importante. Así ocurre con la música, con la belleza en general, y con la propia sintiencia. Lo mismo ocurre con el altruismo.
  • La máxima eficiencia la produce el altruismo total, por lo que es previsible un alineamiento de la evolución con una consideración por cada vez más seres sintientes, hasta alcanzarlos todos.

Si el origen de la consideración moral es la evolución, y la evolución es un caso particular de una manifestación que podríamos describir como la tendencia de las cosas hacia la estabilidad, la inercia o la recurrencia, la cual responde a nuestra forma de observar y conceptualizar la realidad, nuestra consideración moral podría estar injustamente limitada a los objetos que somos capaces de identificar.

El “principio de estabilidad, inercia y recurrencia” fue publicado por primera vez en 2002 en la revista REDcientífica en esta dirección (ahora inaccesible):

www.redcientifica.com/doc/doc200205200001

estando disponible en esta nueva dirección:

http://www.redcientifica.org/evolucion_estabilidad_inercia_y_recurrencia.php

y también en el libro “Arena Sensible”

 

El principio ha sido citado en:

 

 

 

Posted by Manu Herrán

Founder at Sentience Research. Associate at the Organisation for the Prevention of Intense Suffering (OPIS).

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