En la teoría de la moral existen tres marcos éticos principales: la ética deontológica, la ética basada en el carácter y la ética consecuencialista.
En la ética basada en el carácter, la más famosa con diferencia es la ética basada en la virtud. Pero existen otras éticas basadas en el carácter como la ética que prima la caballerosidad o el honor. Los sistemas éticos basados en preceptos religiosos podrían considerarse dentro del primer grupo, es decir sistemas éticos deontológicos.
Podemos analizar la moralidad e inmoralidad de las acciones del Israel y Hamás bajo cualquiera de esos marcos éticos. Estos marcos éticos son útiles para distinguir si, por ejemplo, cuando decimos que alguien es inmoral, nos estamos refiriendo a su maldad personal en el sentido virtuoso (en una ética basada en el carácter) o a las consecuencias de sus acciones (en una ética consecuencialista).
Lamentablemente -desde el punto de vista de despejar las incógnitas en este asunto- las personas no solemos adherirnos exclusivamente a uno de estos marcos. Si el marco meta ético de cada uno de nosotros combina cada uno de los tres marcos, y cada uno de nuestros marcos metaéticos es diferente, y si no somos del todo conscientes de cuál es, cada uno de nosotros va a llegar a conclusiones diferentes y va a ser muy difícil explicar por qué. Va a ser imposible considerar cuál es mejor ya que hacemos los análisis desde distintas suposiciones, las cuales no hemos hecho explícitas. La conversación se hace interminable y no se llega a ningún punto.
1 Comment