Definiciones > Androcentrismo
Androcentrismo
La palabra androcentrismo hace referencia a la práctica, consciente o no, de otorgar al varón y a su punto de vista una posición central en el mundo, las sociedades, la cultura y la historia. Se le opone el ginocentrismo. [1]
La lógica antropocéntrica actúa, de hecho, de forma idéntica a otras lógicas discriminatorias
como la basada en la ocultación e infravaloración de la experiencia femenina asumida
por el androcentrismo. Androcentrismo y antropocentrismo han evolucionado paralelamente
originando modelos de sociedades en las que la cosificación e instrumentalización de
las mujeres y de los animales, así como la ocultación de sus propios intereses, han constituido
una base sólida para el mantenimiento y reproducción de un determinado sistema
social. [2]
La producción de la “otredad” a partir del discurso hegemónico y de las prácticas dominantes
ha seguido históricamente las siguientes pautas:
- Mecanismos de generalización. La generalización se refiere a la construcción de la imagen
de colectivo a partir de la asignación a un grupo de una serie de rasgos homogéneos,
aplicables a todos los individuos representantes del colectivo. Estos estereotipos, tópicos
y estrategias discursivas constituyen marcas de la otredad que tienden a estigmatizar al
“otro”. - Maximización de la diferencia con respecto al grupo “estándar”. Esta operación puede
realizarse a partir de rasgos naturales como el color de la piel o el sexo. En el proceso de
evolución hacia las sociedades modernas el ser humano ha ido conformando un sistema
ideológico en el que sus vínculos con la naturaleza han sido invisibilizados o despreciados,
creando una distancia artificial entre él y el resto de animales. - Devaluación de los individuos en función de su diferencia. Los mecanismos de generalización
y diferenciación apoyan una ideología que inferioriza al colectivo en cuestión en
comparación con el colectivo “normal”. - Instrumentalización y explotación del grupo “desigual”. A partir de estas condiciones es
posible someter al colectivo “diferente” a un trato discriminatorio sin producir sentimientos
de culpa en el colectivo dominante. Además, la interiorización del modelo de conducta
aprendido por el individuo tiene como consecuencia la asociación de todo acto coherente
con este modelo a la idea de “normalidad”, por lo que difícilmente se planteará que
dicho acto pueda someterse a una crítica moral. [2]
[1] [Wikipedia]
[2] [web.ua.es]