Sobre la experimentación con animales. ¿En que casos es ético experimentar?

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Imagen: Jóvenes supervivientes [1] en el campo de concentración de Auschwitz [2], liberados por el Ejército Rojo en enero de 1945.

Este artículo trata sobre la experimentación en animales, ya sean humanos o no. Los animales, en general, son tipos de seres para los cuales no existen dudas razonables acerca de su capacidad de sentir dolor [3]. Actualmente (2019) se realizan de forma masiva experimentos dolorosos y dañinos con animales no humanos, y las leyes lo permiten de forma generalizada. En este artículo explico por qué me parece que esto debería cambiar. Afortunadamente, vivimos tiempos en los que los experimentos dolorosos y dañinos con seres humanos son mayormente ilegales y reprobados moralmente, siendo ahora algo casi impensable. Desgraciadamente esto no ha sido siempre así y tenemos terribles y desgarradoras evidencias bien documentadas de multitud de experimentos con seres humanos al menos entre 1840 y 1974 [4]. Creo que debemos hacer todo lo posible para que estos nauseabundos experimentos con seres humanos jamás vuelvan a repetirse. Una legislación más dura contra la experimentación en animales no solo evitará su injusto sufrimiento, sino que contribuirá a alejar de los seres humanos el riesgo de que algo así pueda jamás volver a producirse.

 

Durante un año se producen unos 140.000 experimentos con animales no humanos en España en los que el animal muere o sufre un daño “severo” (siendo “severo” un sufrimiento o una angustia severos o un dolor, sufrimiento o angustia moderados de larga duración o cuyo bienestar o estado general haya sufrido un deterioro importante como resultado del procedimiento) [5]. Si extrapolamos los 140.000 experimentos “severos” de un país con 46,5 millones de habitantes al total mundial de 7.500 millones, donde España representa el 0,62% (una parte entre 161), tendríamos unos hipotéticos 22,54 millones de experimentos con daño severo en un año en todo el mundo.

Son muchos experimentos y son “severos”. ¿De verdad son necesarios? ¿Y es correcto hacerlos? Hay una paradoja en la experimentación con animales no humanos que es difícil de eludir.

 

La paradoja de la experimentación con animales

Por ejemplo, se realizan experimentos de antidepresivos en ratones. Si experimentamos la depresión en ratones, es porque creemos que los ratones se pueden deprimir, y las consecuencias de estos experimentos pueden ser aplicables a humanos que sufren depresión. Pero si los ratones se pueden deprimir de una forma tan parecida a la forma en la que se deprimen los humanos, llegando al punto de que las consecuencias de estos experimentos puedan ser aplicables a humanos ¿está moralmente justificado provocar la depresión a los ratones? Parece que no, ya que los ratones sufrirían de la misma forma que sufren los humanos, y ese sufrimiento es el que precisamente se supone que tratamos de evitar. Y si los ratones en cambio fueran suficientemente diferentes a los humanos como para que estuviera moralmente justificado hacer estos experimentos, entonces ¿tendría sentido hacer estos experimentos? Parece que no, ya que entonces los experimentos no serían extrapolables a humanos.

Es decir, si hacemos experimentos en animales es porque se parecen a nosotros y las conclusiones son aplicables a nosotros. Pero si se parecen a nosotros ¿es correcto hacerlo? Creo que no.

En conclusión, creo que no debemos hacer experimentos perjudiciales involuntarios en animales no humanos sintientes por las mismas razones por las que no está justificado hacerlo en humanos.

Alguna gente argumenta que se realizan experimentos con animales para ayudar a otros animales, y que el resultado global es bueno. Pero, por una parte, ¿es esto cierto? ¿realmente el objetivo es ayudar a otros animales, o en cambio, el objetivo es beneficiar a seres humanos que van a aprovecharse de la salud de esos animales? Y por otra parte ¿sería moralmente aceptable hacer lo mismo en seres humanos? Es decir, ¿sería correcto experimentar con seres humanos para ayudar a otros seres humanos?

 

Entonces, ¿cuándo podemos experimentar?

Es moralmente aceptable hacer experimentos en animales no humanos en los mismos casos en los que es moralmente aceptable en humanos: en tratamientos razonablemente indoloros e inocuos, con pacientes voluntarios o cuando hay un claro beneficio para el paciente que no puede decidir.

Hay muchos humanos y animales no humanos gravemente enfermos dispuestos a probar tratamientos experimentales indoloros que puedan curarlos.

Realizar experimentos perjudiciales en animales no humanos es moralmente equivalente a secuestrar y matar a unos pocos humanos por sus órganos para salvar otras muchas vidas. La especie es irrelevante.

 

Convergencia de sistemas de valores

A continuación propongo una lista detallada de criterios para decidir cuándo un experimento es moralmente aceptable. En esta lista he tratado de hacer converger distintos de sistemas de valores, buscando un punto de acuerdo entre planteamientos deontológicos y consecuencialistas-utilitaristas.

1. Es ético realizar experimentos triviales, que no causan ningún daño ni sufrimiento, pero que pueden proveer de interesante conocimiento.

2. Es ético realizar experimentos (y ciencia en general) cuando existe una orientación hacia un “mayor” (en el sentido de “mejor”) conocimiento (menor incertidumbre) y hacia un mundo mejor (aunque sea debatible qué es un mundo mejor). No es ético realizar experimentos (y ciencia en general) cuando existe una orientación hacia un peor conocimiento (por ejemplo, haciendo trampas con el contexto de una investigación, o haciendo trampas con los datos, tratando de apoyar desesperadamente una hipótesis que sabemos que es falsa). No es ético realizar experimentos (y ciencia en general) cuando existe una orientación hacia un mundo peor (por ejemplo, tratando de satisfacer la propia vanidad o curiosidad siendo indiferentes hacia el sufrimiento ajeno).

3. Es ético experimentar con cadáveres, si bien los familiares o allegados del fallecido pueden ver herida su sensibilidad y me parece razonable aceptar su oposición después de haber sido informados de los posibles beneficios de esta experimentación para otros seres.

4. No es ético experimentar con individuos en coma por las dudas en cuanto a su posible capacidad de sentir y las dudas en cuanto a su posible capacidad de recuperación futura, salvo en casos como los descritos en el último punto.

5. Es ético experimentar con individuos voluntarios, que hayan expresado su consentimiento en pleno uso de sus facultades mentales y para un propósito razonable. Por ejemplo, sería aceptable experimentar un nuevo fármaco con humanos voluntarios que pretenden con ello ayudarse a sí mismos y/o ayudar a otros, corriendo un riesgo razonable. No me parece razonable aceptar voluntarios para un experimento con pocas probabilidades de éxito, en el que pudieran tener grandes sufrimientos, verse seriamente dañados, o morir, con una siginificativa probabilidad.

6. Es ético experimentar con individuos involuntarios en condiciones en las que tenemos una altísima confianza en que, si pudiéramos preguntarles y recibir respuesta, recibiríamos una respuesta afirmativa, ya que el escenario en el que se realiza el experimento es claramente más positivo para dichos individuos que el escenario en el que no se realiza (o al menos es indiferente), teniendo en cuenta para ello no solo la previsible mejoría para dichos individuos gracias al experimento, sino también el previsible sufrimiento en cada escenario alternativo. Por ejemplo, si un animal no humano (o un niño humano que no puede comunicarse) está enfermo de cáncer y no tenemos una cura disponible, y prevemos un escenario de degradación y sufrimiento hasta la muerte (obviamente, con cuidados paliativos, ya que disponer de analgésicos, necesitarlos y no administrarlos sería inmoral), podríamos probar una cura experimental, siempre que esto no supusiera un mayor sufrimiento (valorando tanto la intensidad como la duración del sufrimiento debido al experimento) y pudiera resultar beneficioso para dicho individuo, o al menos indiferente. Para minimizar el riesgo de un mal uso de este criterio se debería exigir la autorización expresa de los representantes legales o allegados de dichos individuos.

En cualquier otro caso, creo que no es ético experimentar, la ley lo debería prohibir y la fuerzas que velan por la justicia lo deberían impedir .

[1] https://en.wikipedia.org/wiki/Auschwitz_concentration_camp#/media/File:Child_survivors_of_Auschwitz.jpeg

[2] https://en.wikipedia.org/wiki/Auschwitz_concentration_camp

[3] https://manuherran.com/tipos-de-sufrimiento-en-funcion-de-su-incertidumbre/

[4] https://manuherran.com/razones-a-favor-y-en-contra-de-la-crionica-y-la-inmortalidad/

[5] https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/produccion-y-mercados-ganaderos/20181107informedeusodeanimalesen2017_tcm30-485284.pdf

Posted by Manu Herrán

Founder at Sentience Research. Associate at the Organisation for the Prevention of Intense Suffering (OPIS).

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